Una historia que demuestra una gran enseñanza
El elefante creó un gran revuelo; estaba agitada, y los lugareños no podían entender por qué. Los aldeanos observaron cómo la elefanta, ahora separada de su manada, empujaba su trompa hacia la tierra. Pero la pregunta en la mente de todos era por qué dejó la manada en primer lugar. Los elefantes no se abandonan unos a otros. Cuando un elefante está herido, los otros elefantes intentan ayudarlo, incluso si quedarse y ayudar los pone en peligro. Si un elefante del grupo se ve obligado a moverse lentamente debido a una herida oa la vejez, los demás elefantes del grupo seguirán su ejemplo. Cuando un elefante muere, toda la manada lamenta su pérdida. Sin embargo, la manada no se encontraba por ningún lado, y este elefante solitario estaba actuando de manera extraña por su cuenta. Los aldeanos se sorprendieron y decidieron investigar qué estaba haciendo el elefante.
El elefante no paraba de excavar
Los aldeanos tenían curiosidad por saber qué estaba haciendo el elefante. Sin embargo, les preocupaba que el elefante hubiera resultado herido y estuviera listo para atacar. Los aldeanos sabían que algo andaba mal, pero tenían demasiado miedo para investigar. Finalmente, sin embargo, un hombre se adelantó para echar un vistazo. Jitendra Tiwari, un aldeano que estaba cansado de esperar, se acercó al elefante lentamente. Se acercó al elefante con cada paso. Era muy consciente de que se le pediría que persuadiera al elefante para que confiara en él. Así que caminó lentamente hacia el elefante. Estaba balanceándose sobre los dedos de los pies. ¡El elefante, sin embargo, lo notó y se quebró!. El elefante, según Jitendra Tiwari, tenía una expresión de enojo pero también de terror en su rostro. El elefante comenzó a hacer ruido para que Jitendra se alejara de él. Eso es exactamente lo que hizo.