Silencio a mi llegada
Dejaron de hablar rápidamente en cuanto repararon en mí. Cuando entré en el pasillo poco iluminado, Chris y Dereck se giraron para mirarme. Sus miradas eran una mezcla de ira y sorpresa, y la tensión era lo bastante densa como para cortarla con un cuchillo. Chris parecía a punto de decir algo, pero las palabras se le murieron en los labios. Los ojos de Dereck se entrecerraron y pude sentir el peso de su mirada.

Silencio a mi llegada
Ira y sorpresa
Sus miradas eran una mezcla de ira y asombro. Las mejillas de Chris enrojecieron y sus labios se abrieron y cerraron como si buscara las palabras adecuadas. Dereck tenía la mandíbula rígida, la mirada acerada y calculadora. El aire estaba lleno de palabras no dichas y de tensión no resuelta. Respiré hondo, preparándome para lo que estaba a punto de ocurrir. Aquel enfrentamiento era inevitable, y yo estaba preparada para afrontarlo con todas mis fuerzas.

Ira y sorpresa