Testigos silenciosos
Sin embargo, todos los demás permanecían mudos, observando cómo se desarrollaba el espectáculo. El peso de sus miradas se sentía como una fuerza física que empujaba hacia abajo a Chris. Nadie se acercó para decirle algo amable o echarle una mano. En la sala reinaba una quietud dura y crítica. Todos parecían darse cuenta de que era el fin de la treta de Chris. La verdad había salido a la luz y ya no había vuelta atrás.

Testigos silenciosos
La derrota de Chris
Cuando Dereck se marchó, Chris se desplomó en el suelo, derrotado. Las piernas le fallaron y se dejó caer con la cabeza entre las manos. El peso de sus actos y las consecuencias que ahora recaían sobre él eran demasiado grandes para soportarlos. La habitación que le rodeaba pareció desvanecerse, y el murmullo de los observadores se desvaneció en el fondo. Lo único que podía sentir era una aplastante sensación de fracaso personal.

La derrota de Chris