Fingí no oír la traición de mi mujer y luego hice mi jugada

PUBLICADO EN 07/11/2025
Publicidad

Examinar el vídeo

Más tarde, esa misma noche, miro la grabación con una mezcla de temor y expectación, viéndola recibir a un nuevo visitante en nuestro salón. El hombre entra, mirando a su alrededor con notable inquietud, mientras mi mujer le saluda cordialmente, con una postura relajada y acogedora. Se acomodan en el sofá y, aunque la cámara no capta sus palabras, su lenguaje corporal lo dice todo: risas, miradas prolongadas y una proximidad que parece demasiado íntima para ser cómoda.

Examining The Video

Examinar el vídeo

Publicidad

Demasiado cerca

El rostro del hombre no me resulta familiar y la forma en que interactúa con él es demasiado íntima: ligeros toques en su brazo, miradas persistentes que hablan de algo más. Se me aprieta el pecho, la ira hierve a fuego lento bajo la superficie de mi calma forzada. Rebobino el vídeo varias veces, escrutando cada movimiento, cada gesto, pero nada calma la creciente sospecha. Decidido a descubrir toda la verdad, decido reunir más pruebas antes de hacer ningún movimiento para enfrentarme a ella.

Too Close

Demasiado cerca

Publicidad