La calma antes de la tormenta
En retrospectiva, esto se parece mucho a la “calma” antes de la tormenta. El agua también estaba en buena forma aquella mañana, así que pensaron que iba a ser tranquila. Entonces llevaron el barco a un lugar de pesca de cangrejos junto a la costa. Sólo tenían que navegar un par de millas para llegar allí, lo que lo hacía más ideal.

La calma antes de la tormenta
Soltando las cestas
Cuando llegaron al lugar, apagaron el motor del barco y permanecieron en la zona. Siempre tenían mucha suerte cuando pescaban cangrejos allí, así que esperaban que este día fuera igual que siempre. Colocaron las nasas para cangrejos y las dejaron en el fondo del océano. Por supuesto, ¡cruzaron los dedos para que los crustáceos se arrastraran por todas partes! No les quedaba más que esperar.

Dejando caer las cestas