Lee hacía malabarismos con sus enemistades
La hermana de Lee siempre había sido su rival. Sin embargo, ahora tenía una nueva rival. Por desgracia, ésta no era como la que tenía con su hermana. Callas no sólo aspiraba a ser la mejor, sino que también expresaba su opinión sobre Lee. Por desgracia para Lee, Callas sentía un gran afecto por ella y no lo ocultaba. Incluso le dijo a una de sus amigas: “Nunca me ha disgustado Jackie, pero desprecio a Lee” “La odio” Si Lee quisiera darle un giro positivo a este comentario, podría señalar el hecho de que una vez más había derrotado a Jackie.

Lee hacía malabarismos con sus enemistades
Su bondad le fue devuelta a la cara
Lee seguía queriendo a su hermana, a pesar de que siempre habían competido. Por eso, cuando la vio sufrir tras perder a su hijo recién nacido, quiso estar a su lado. En un intento de consolar a Jackie, Lee la invitó a quedarse en el yate de Onassis. Sería una oportunidad para que se relajaran y Jackie se curara. Mientras estaban en el yate, Onassis dejó solas a las hermanas. Sin embargo, no podía dejarlas marchar sin un regalo. Antes de abandonar el yate, regaló a Jackie un collar de diamantes y rubíes. ¿Qué le regaló a su amante? Pues le regaló a Lee un juego de pulseras de repuesto, que ella calificó de “chucherías”. Ella se enfureció, pero antes de que pudiera hablar, volvió a producirse el desastre.

Su amabilidad le fue devuelta a la cara