No había vuelta atrás
Lee se mantenía fuerte en público, pero se derrumbaba cuando estaba sola. En pocas palabras, estaba destrozada. Según Capote, Lee le llamó llorando, preguntándole: “¿Cómo ha podido hacerme esto?” Fue la única traición de la que las hermanas no pudieron recuperarse. Lee había recibido un golpe por la traición de su hermana, pero no era de las que se quedaban deprimidas mucho tiempo. En lugar de eso, se lanzó a los brazos de otro hombre. Pero esta vez era el amigo de su marido, Peter Beard. Éste la presentó a todo un nuevo grupo de élites, donde se hizo amiga de famosos como Mick Jagger. Por desgracia, estaba demasiado preocupada por lo que ocurría en casa para disfrutar plenamente de sus nuevos compañeros.
No había vuelta atrás
Otro matrimonio fracasado
Lee adoraba pasar tiempo con Peter y sus nuevos amigos de alto nivel. Su marido, en cambio, estaba completamente insatisfecho. A pesar de sus indiscreciones anteriores, ésta le hirió. En 1974, la pareja decidió divorciarse. Lee no estaba preocupada por su ruptura, a pesar de sus numerosos encuentros extramatrimoniales. Ya habían pasado mucho tiempo separados; ¿qué más daba el divorcio? Sorprendentemente, Stanislaw no pensaba lo mismo. Tenía el corazón destrozado, y su cuerpo no podía soportarlo.
Otro matrimonio fracasado
