Luis Ocultaba Sus Verdaderos Sentimientos
Pocas personas conocían los verdaderos sentimientos del rey, y él trataba de mantenerlos así. Sus impulsos amorosos contradecían todo lo que le enseñaba su fe católica. Ya le costaba conciliar ambas cosas cuando recibió la triste noticia. En aquella época, la gente daba mucha importancia al matrimonio y a tener un heredero. Esta presión se multiplicaba por diez si eras miembro de la familia real. Por eso, cuando Pablo sucumbió a esta presión en 1866, Luis quedó desolado. Había perdido a su primer amor genuino, y ahora tenía que enfrentarse a la cruda realidad.

Ludwig oculta sus verdaderas emociones
El peso de las expectativas crece
Luis acababa de perder a dos de sus grandes amores, pero aún tenía preocupaciones más acuciantes. El príncipe Pablo había sucumbido a las presiones de la sociedad, y Luis se dio cuenta de que él tendría que hacer lo mismo. El rey necesitaba tener un heredero cuanto antes. Casarse no sólo reduciría el estrés, sino que también protegería la confidencialidad de su secreto. Así que, en 1867, el Rey anunció su compromiso con su prima, la duquesa Sofía de Baviera. Luis esperaba que, como a ambos les gustaba la obra de Richard Wagner, acabarían enamorándose. Seguro que no hace falta que te digamos que no vivieron felices para siempre.

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