Situación espantosa
Después de visitar a un médico tras otro, Nadya Suleman y Marcos Gutiérrez recibieron consejos sobre cómo concebir mejor. Estaban decididas a tener un hijo, y como tal, las dos tomaron todos los pasos necesarios, tal como las instruyeron diferentes médicos. Incluso después de todo eso, todavía no tuvieron suerte. El constante fracaso comenzó a bajar la moral de Nadya. Fue tan frustrante para ella que se deprimió. Finalmente, aprendieron la dura verdad. No era que estuvieran haciendo algo mal, era que Gutiérrez era simplemente estéril. ¿Qué iban a hacer? Cuando se dieron cuenta de que la forma antigua no iba a funcionar, los dos comenzaron a discutir diferentes opciones. Nadya Suleman insistió en el tema con su esposo. Tenía muchas ganas de tener hijos, y si no podían hacer ninguno de la manera tradicional, tendrían que conformarse con un método alternativo, al menos, así lo veía Nadya.
Situación espantosa
Empezando de nuevo
Su marido no estuvo de acuerdo. Sus diferentes sentimientos sobre el asunto comenzaban a separarlos. La última gota para Marcos llegó cuando Nadya sugirió el método de fertilización in vitro (FIV), un procedimiento mediante el cual se fertiliza un óvulo fuera del cuerpo, generalmente en un tubo de ensayo. Si ella seguía adelante, advirtió Marcos, la dejaría. La experiencia dejó a Nadya Suleman con una decisión imposible: atrapada en medio de un tira y afloja entre su amor por su esposo y el sueño de toda su vida de tener hijos. ¿Se quedaría con su marido y se arriesgaría a no tener nunca el tipo de familia con la que soñaba? Al final, decidió correr el riesgo y correr con su vocación. No fue nada fácil, pero Nadya terminó su relación con su exmarido Marcos Gutiérrez en 2000 y decidió seguir teniendo hijos a través de la FIV.
Empezando de nuevo
