Aunque no lo creyeran
Es cierto que Carlos llegó y dijo que se iba a encargar de aquella situación, pero Ashley decidió quedarse allí para hacerle compañía y no dejarle solo con los extraños hombres. Así que se quedaron los dos juntos allí esperando a que a alguno de los hombres se le ocurriera decir qué era lo que estaban esperando o qué diablos querían en aquel preciso instante. Carlos sabía que no era algo normal, pero también pudo pensar que quizás no les habría gustado el servicio y que tal vez podrían querer poner una queja al local o algo por el estilo, aunque no era la forma más adecuada de hacerlo ya que no tenía sentido nada de lo que estaba sucediendo.
Aunque no lo creyeran
Estaban todo el rato mirándola
Ellos dijeron que preferían hablar en privado, que habían estado toda la noche observando a Ashley atentamente y que no le habían quitado el ojo de encima en ningún momento. Ella en ese instante pegó un respingo ya que sabía que eso había estado sucediendo porque tenía dudas de que la estaban mirando a cada rato, pero no podía comprobarlo ya que no quería haber causado más problemas devolviéndoles la mirada. No habían sido imaginaciones suyas y eso la tranquilizaba, aunque por otro lado también la preocupaba bastante. ¿Qué podrían querer de ella aquellos extraños hombres? La noche sin duda se le estaba complicando y era lo más parecido a una pesadilla que ella hubiera vivido nunca.
Estaban todo el rato mirándola
