Culpa y duda
En su cuarto, la euforia de Emma se redujo, reemplazándola por una combinación de culpabilidad y incertidumbre. Había irrumpido en el espacio privado de Tom, hallando fragmentos de su historia que quizás no estaban diseñados para ser vistos por él. Se había desdibujado la frontera entre la curiosidad y la violación. “¿Y si me equivoqué?”, reflexionó, sus sospechas previas parecían ahora un tanto injustas. El peso de sus actos la tomó por sorpresa, provocándole a cuestionar sus propias razones.

Culpa Y Duda
El regreso de Tom
Tom volvió la noche siguiente. Se presentó, su conducta no se modificó, parecía indiferente a la reciente huida de Emma. Relató anécdotas de su travesía, riéndose de pequeñas peripecias. Cuando Emma lo vio, experimentó una paradoja de alivio y ansiedad. ¿De qué forma podía comportarse con tanta normalidad? ¿Realmente no se había percatado? ¿O simplemente era otra faceta de la compleja personalidad de Tom? La vivienda, con todos sus secretos, se presentaba más misteriosa que nunca.

El Regreso De Tom