Ethan intenta escapar
Dentro de la ballena, Ethan luchaba contra la opresiva oscuridad, sus manos resbalaban en las húmedas paredes a medida que el aire se enrarecía y sus fuerzas le abandonaban. “Por favor, dejadme salir”, murmuró, con la voz casi engullida por el vacío que le rodeaba. No era consciente de que, fuera, su equipo estaba lanzando peces al agua frenéticamente en un intento desesperado por salvarle. Cada minuto parecía una eternidad, un silencio sofocante que sólo llenaban sus frenéticos esfuerzos, tanteando cada superficie con la esperanza de encontrar una salida a la vida.

Ethan intenta escapar
Golpeando frenéticamente
La respiración de Ethan era cada vez más superficial, mientras la abrumadora sensación de asfixia amenazaba con sobrecogerle. Aun así, se negó a rendirse. Con desesperada determinación, empezó a golpear frenéticamente las superficies que le rodeaban, con la esperanza de provocar alguna reacción. Sus manos resbalaban sobre las placas resbaladizas de las aletas, sus dedos tanteaban cada centímetro en busca de una abertura, por minúscula que fuera. Su linterna parpadeaba, proyectando sombras fugaces en la vasta oscuridad de la boca de la ballena. A pesar de su visión limitada y de su creciente desesperación, Ethan siguió golpeando, cada golpe como una plegaria silenciosa para que la ballena reaccionara por fin.

Golpeando frenéticamente