Carrera hacia la superficie
Casi sin aire, Ethan luchó contra las corrientes, impulsándose hacia la superficie tan rápido como pudo. Sus respiraciones eran cortas y jadeantes, cada una con la sensación de que podría ser la última. “Ya casi hemos llegado”, murmuró para sí, mientras la luz de arriba se acercaba. Le ardían los pulmones, pero persistió, decidido a liberarse. El agua a su alrededor empezó a aclararse, y por fin vio el débil resplandor de la luz del sol, señal de que la libertad estaba al alcance de la mano.

Carrera hacia la superficie
Superar las barreras
Ethan salió a la superficie jadeando, con el pecho luchando por respirar mientras se aferraba con fuerza a su equipo, sintiendo una oleada de alivio por haberse liberado por fin de la ballena. “¡Sí! ¡Sí!”, exclamó, sus palabras interrumpidas por respiraciones rápidas. El aire fresco le llenó los pulmones, y el calor del sol le acarició la cara, proporcionándole un placer indescriptible. Con la boquilla arrancada, nadó sin rumbo, inmerso en una sensación de libertad que nunca olvidaría, aunque sabía que aún tenía que llegar a la seguridad del barco.

Superar las barreras