La ballena equivocada
A pesar de estar cerca de la ballena, Clair sintió que su preocupación crecía, temiendo que hubieran seguido a la ballena equivocada. “No puedo creerlo”, murmuró, la frustración carcomía su determinación. Miró a la tripulación, cuyos rostros pálidos y agotados reflejaban la tensión del ambiente. Llevaban horas siguiendo a la ballena, seguros de que era la misma que se había tragado a Ethan. “No podemos rendirnos ahora”, dijo con firmeza. Tenían que continuar la búsqueda, sin perder la menor señal, por difícil que fuera.

La ballena equivocada
Avistando un punto
Clair señaló un pequeño punto en el horizonte, convencida de que era Ethan. “¡Mira, ahí!”, insistió, extendiendo el brazo hacia la forma lejana. “Tiene que ser él” Con el corazón acelerado por la esperanza, ajustó los prismáticos para examinar el agua más de cerca. La tripulación intercambió miradas inseguras, pero Clair se mantuvo firme. “Estoy segura”, dijo, con voz firme y decidida. “¡No podemos quedarnos aquí sentados mientras él está ahí fuera!”

Localizando un punto