Llegar al lado de Ethan
Justo cuando Ethan empezaba a perder el conocimiento, el barco lo alcanzó. “¡Se está desvaneciendo! Tenemos que actuar rápido!”, gritó uno de los tripulantes, mientras las olas amenazaban con arrastrarlo hacia abajo, con los dedos apenas agarrados al chaleco salvavidas. “¡Aguanta, Ethan, aguanta!”, gritó Clair, con la voz llena de desesperación. Vio que sus ojos parpadeaban, luchando por mantener la concentración. Sin vacilar, Clair saltó al agua, cruzando las embravecidas olas hasta llegar a Ethan. Le rodeó con el brazo y gritó al equipo: “¡Le tengo! Tirad de nosotros!” Con fuerza y determinación, Clair mantuvo a Ethan a flote mientras el equipo le ponía un chaleco salvavidas. Unidos por el esfuerzo, el equipo volvió a subirlos a los dos al bote, con las manos magulladas y ampolladas, pero el alivio de haber salvado a Ethan pesaba más que cualquier dolor.

Llegar al lado de Ethan
Ayudar a Ethan a levantarse
Con un esfuerzo combinado, el equipo izó a Ethan hasta el barco, tumbándolo con cuidado en la cubierta mientras jadeaba, intentando recuperar el aliento. “Ethan, amigo, ¿estás con nosotros?”, preguntó ansioso un miembro de la tripulación, inclinándose a su lado. Ethan tosió, esforzándose por aclararse la garganta, y asintió ligeramente, con el pecho agitado al introducir el aire salado en sus pulmones. “Sí… estoy bien”, murmuró con voz ronca y débil por el agotamiento. Envuelto en una manta caliente, empezó a recuperar el color, con los ojos llenos de gratitud mientras miraba a sus salvadores.

Ayudar a Ethan a levantarse