Después de 40 años
Después de 40 años llevando mi alianza de boda, decidí que había llegado el momento de limpiarla adecuadamente. El joyero la examinó detenidamente, frunciendo el ceño mientras le daba vueltas entre las manos. Luego me miró con expresión desagradable. “No deberías tener esto”, murmuró, con tono enfadado. Se me aceleró el pulso, perpleja por el brusco cambio en la atmósfera de la habitación…

Después de 40 años
Las palabras del joyero
Las palabras del joyero flotaban en el aire, llenas de significado. Intenté mantener la calma mientras preguntaba: “¿Qué quiere decir con que no debería tener esto?” Mi intento de parecer tranquila fracasó, y el temblor de mi voz reveló mi creciente ansiedad. Su mirada pasó del anillo a mi cara, como si buscara una explicación. La habitación parecía apretarnos y el silencio se hizo insoportable.

Los comentarios del joyero