Una mirada suavizada
“Eso no puede ser”, insisto, tratando de persuadirme a mí misma más que a nadie. La expresión de la joyera se relaja. Aunque sus ojos están llenos de silenciosa comprensión, no retira su declaración anterior. No sonríe para tranquilizarme, sólo asiente solemnemente. La duda me corroe. Esta constatación se siente como una fisura en los cimientos de algo inamovible.

Una mirada suavizada
Explicación de la joyera
“A veces los anillos se transmiten o se cambian con el tiempo”, dice, con voz mesurada y cautelosa. Pero sus siguientes observaciones me llamaron más la atención. “El grabado es específico” Mi mente se apresuró a seguir el ritmo. ¿Pasado? ¿Cambiado? ¿Podría haber otra explicación que no hubiera considerado? Sus comentarios parecían tener el peso de significados ocultos, de los que echan por tierra creencias arraigadas.

La explicación del joyero