Todos se habían rendido
Pasaron semanas y poco a poco todo el mundo se dio por vencido, temiendo lo peor. ¿Cómo podían desaparecer un grupo de 23 niños y un profesor? Era un enigma que muchos temían que nunca se resolvería. Se celebraron funerales simbólicos, pues no había restos, nada más que aquella cinta solitaria encontrada por los perros. El misterio parecía destinado a quedar sin respuesta, dejando una marca indeleble en la memoria de todos.

Todos se habían rendido
La gente empezó a seguir adelante
Cuando empezaron a circular extrañas historias, los padres, familiares y seres queridos parecían no poder olvidar nunca a los niños. Sin embargo, con los años, muchos empezaron a alejarse, incapaces de soportar el dolor de perder tantas vidas jóvenes. Surgieron cuentos populares que decían que durante la luna llena se oía llorar a los niños en el bosque. La fantasía y el miedo se apoderaron del pueblo hasta que, inesperadamente, Sophie Ryder reapareció.

La gente empezó a moverse