Documentaron un floreciente y creciente comercio ilegal de marfil
Aunque la prohibición de CITES tuvo éxito, lamentablemente dos ventas legales de marfil en 1999 y 2008 socavaron gravemente la prohibición internacional. Esto condujo a un aumento de la caza furtiva y grandes cantidades de marfil llegaron a los mercados de Asia. Las investigaciones realizadas por EIA en Guangzhou, China, en noviembre de 2010 documentaron un floreciente y creciente comercio ilegal de marfil; descubrimos que hasta el 90 por ciento del marfil disponible en el mercado era ilegal. Han trabajado arduamente durante mucho tiempo para cerrar los mercados nacionales que proporcionan una tapadera para el comercio ilegal de marfil, un comercio que es implacable y dinámico. En su informe ‘Blood Ivory’ de 2012, desafian enérgicamente el mito de un mercado regulado para el marfil y piden que China fuera despojada de su estatus de Comprador Aprobado para detener la creciente ola de caza furtiva de elefantes.
Había estado traficando marfil desde África hasta Shuidong
También hicimos un llamado al Reino Unido y a otros gobiernos que apoyaron la venta de marfil almacenado a China y Japón para que acepten la responsabilidad de su decisión y tomen medidas proactivas para revertir el daño que estas ventas estaban causando a las poblaciones mundiales de elefantes. En 2014, publicaron sy informe ‘Punto de fuga’, que fue fundamental para exponer el declive de los elefantes de Tanzania y galvanizar la aplicación de la ley sobre el terreno. Siguiendo pistas recopiladas en Tanzania, la EIA comenzó a investigar al vecino Mozambique, un país cuya población de elefantes había sido devastada por la caza furtiva y el comercio ilegal de marfil. Lo que descubrieron fue más allá de lo que podríamos haber anticipado. Su investigación en Mozambique reveló un sindicato criminal liderado por chinos que, durante más de dos décadas, había estado traficando marfil desde África hasta Shuidong, una pequeña ciudad en el sur de China.