Una conexión inesperada
Cuando Margaret se recuperó, su vínculo se estrechó aún más. James se dio cuenta de que era algo más que una amiga para él. Se había convertido en una figura central en su vida, dándole un sentido de propósito y pertenencia. Margaret también empezó a confiar en James de una forma que no esperaba. A menudo decía que él la había salvado, no sólo de la soledad, sino de desaparecer en el fondo de la vida. Juntos habían encontrado algo que ninguno de los dos había buscado.

Una conexión inesperada
Una nueva normalidad
A medida que la salud de Margaret mejoraba lentamente, una nueva rutina volvió a su vida. James siguió visitándola, pero ahora su relación era mucho más relajada. Margaret ya no sentía la necesidad de disculparse por necesitar ayuda y James no tenía la sensación de imponerse. Se habían convertido en un equipo y cada uno aportaba al otro algo que no sabía que necesitaba. Para James, era la alegría de marcar la diferencia en la vida de otra persona. Para Margaret, el consuelo de saber que no estaba sola.

Una nueva normalidad

