Silencio incómodo
Las preguntas inundaron mi mente y el silencio se hizo insoportable. Me volví hacia Kendra, con la esperanza de que aliviara la tensión. “Kendra, ¿qué está pasando?” Pregunté, con la voz temblorosa. Sacudió ligeramente la cabeza, indicándome que debía esperar. Los hombres permanecieron impasibles, sin dar explicaciones. El opresivo silencio se apoderó de mí, haciendo que el desconocido viaje me pareciera aún más largo y misterioso.

Silencio incómodo
Sonidos del silencio
Intenté entablar conversación con Kendra, pero se limitó a negar con la cabeza, indicándome que debía esperar. El silencio se prolongó, denso y sofocante, y no entendía por qué no hablaba. Mi mente se agitó con una avalancha de preguntas, pero el frío acuerdo tácito de permanecer en silencio me dejó luchando contra una creciente lista de temores no expresados.

Sonidos del silencio