Luis tuvo visitas no deseadas
El 10 de junio de 1886, llegaron a la puerta del rey con una declaración en la mano, esperando ver a Luis. Sin embargo, no todos sus sirvientes se volvieron contra él. En realidad, alguien le había avisado horas antes. En lugar de encontrarse directamente con el Rey, fueron recibidos por sus guardias. Aunque es posible que lo hubieran previsto, no tenían ni idea de que una de las más ardientes seguidoras de Luis estaría junto a ellos. La baronesa Esperanza de Sarachaga no sólo permaneció junto a los guardias, sino que combatió a los intrusos no invitados con su paraguas. Por desgracia, sus esfuerzos fueron en vano.

Luis tuvo visitas indeseadas
Por fin empezó a imponerse la brutal realidad
Poco después de recibir la deposición, las autoridades nombraron a Luitpold príncipe regente de Baviera. Sólo en ese momento comprendió Luis la gravedad de la situación. Ludovico redujo sus posibilidades de plan a tres. Podía huir, entregarse o impugnar los cargos. Mientras la gente a su alrededor le imploraba que eligiera una de las dos primeras posibilidades, Luis hizo una declaración que selló su destino. El antiguo rey se refirió a una “traición planeada” y a “acusaciones falsas”, pero esto no hizo sino reforzar la acusación del gabinete contra él. Nadie le creyó, y Luis se dio cuenta de que había tomado la decisión equivocada.

Por fin empezó a imponerse la cruda realidad