El Rey Loco: La historia del rey Luis II de Baviera

PUBLICADO EN 08/12/2024
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Las cosas se volvieron muy personales

Hablando con sus sirvientes, el gabinete aprendió mucho sobre su rey. Además de su evidente desinterés por los asuntos oficiales y su extrema timidez, Luis tenía ciertos hábitos inusuales. Comía al aire libre cuando hacía frío, pero vestía ropa de abrigo en verano. En el gabinete había ahora un expediente con “pruebas” de que su Rey ya no era competente para reinar. Armado con este dossier de acusaciones, el gabinete se reunió con el Canciller del Imperio Alemán, Otto von Bismarck. Para su consternación, el Canciller desestimó sus informes, refiriéndose a ellos como “desvaríos de la papelera y los armarios del Rey” Sin embargo, nunca interfirió en la agenda del gabinete.

Things Got Very Personal

Las cosas se volvieron muy personales

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Llevaron su artimaña un paso más allá

El gobierno comprendió que, para deponer al Rey, sus pruebas debían persuadir a todo el mundo de su locura. Al cabo de unos minutos, el Canciller descubrió su estratagema, por lo que los ministros comprendieron que debían intensificar su juego. Fue entonces cuando decidieron añadir psiquiatras. Tras un breve reconocimiento de la zona, los ministros de Luis descubrieron a cuatro psiquiatras que aceptaron firmar sus conclusiones. Lo más triste era que ninguno de estos médicos había conocido o examinado nunca al rey. No obstante, su diagnóstico de paranoia era significativo y había que hacer algo.

They Took Their Ruse A Step Further

Llevaron su artimaña un paso más allá

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