Esta camarera recibe un extraño pago de unos hombres que no le gustan nada

PUBLICADO EN 04/01/2022
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A menudo nos encontramos con ciertos problemas cuando estamos haciendo tranquilamente nuestro trabajo. Sobre todo si trabajas en un bar donde la gente está bebiendo mucho alcohol, con lo que te puedes imaginar la cantidad de riesgos que ello conlleva. Por norma general todos los trabajos tienen sus riesgos y sus peligros, como sabrás ya de sobra si has trabajado antes. Pero en concreto los bares tienen ese punto de diferente, que como la gente está bebiendo para divertirse, pueden alcanzar estados de ánimo muy elevados en los cuales se hacen todo tipo de tonterías. En esta historia ocurrió algo de lo más extraño, ya que la situación que le tocó vivir a esta camarera se sale del todo de lo que se pueda considerar normal en un día a día de cualquier persona.

Algo estaba a punto de pasar

Muchas veces, las personas que llevan un bar están más atentas de lo que nos hacemos una idea nosotros. Y es que resulta que la camarera estaba tranquilamente en el bar haciendo su trabajo como cada día y la mesa del fondo le pidió una cosa muy extraña. Ella no sabía lo que estaba pasando, aunque llevaba todo el rato sabiendo que la situación con aquella mesa no iba a terminar muy bien. Tenía ciertos presentimientos de que algo ocurriría con esa gente y estaba verdaderamente preocupada, anticipándose a lo que estaba a punto de suceder. Estaban comportándose de una manera demasiado rara y algo estaba claro que no iba a salir bien.

Sabía Que Algo No Iba Bien

Algo estaba a punto de pasar

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Estaba todo hasta arriba

Cuando le pidieron que fuera con ellos a la parte de atrás para que pagaran la cuenta, todo lo que le pasó por su cabeza no fue para nada bueno. No tenía ni idea de por qué le estaban pidiendo aquella cosa tan extraña, pero ella estaba completamente segura de que bajo ningún concepto tenía ganas de acceder a lo que aquellas personas le estaban pidiendo. Ashley Latella es simplemente una chica normal que tiene su trabajo en una de las cafeterías del centro de Salt Lake City, y desde que cumplió los 18 años ha estado trabajando allí sin parar. Tenía en su cabeza siempre ofrecer a los clientes la mejor atención y siempre se había mostrado muy simpática.

El Restaurante Estaba Abarrotado

Estaba todo hasta arriba

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