Se trataba de una dura noche
En aquel momento el restaurante se encontraba hasta arriba repleto de gente, debido a que estaban en medio de las vacaciones de Navidad. De repente, un grupo de hombres llegó al bar y se sentó al fondo del todo. Todo apuntaba a que tarde o temprano iba a haber algún tipo de problema. Las personas no paraban de entrar en el local y ya no había prácticamente ninguna mesa que hubiera quedado libre. Estaban en la plena hora crítica del sábado por la noche y la ciudad estaba a reventar de turistas y estudiantes de todo el mundo que habían ido a pasarlo bien. El restaurante de Ashley es muy conocido en el centro de la ciudad debido a que hacen unas tartas de queso increíbles.
Se trataba de una dura noche
Era un grupo muy diferente
Ella y sus compañeros se habían empezado a agobiar, pero sabían que era normal una noche así y estaban preparados para aguantar todo lo que les viniese encima. Cuando la camarera vio entrar a aquel grupo de hombres, se dirigió hacia ellos y les tomó nota. Acto seguido pensó que actuaban de una manera muy extraña, como poco habitual para ser clientes de aquel lugar. En principio parecían unas personas completamente normales, pero cuando se acercó y habló con ellos, pudo comprobar que su manera de actuar era muy extraña. Eso le llamó mucho la atención a Ashley. Pidieron muchas cosas y dijeron que se las sirvieran todas juntas y cuando ella se iba a atender a otras mesas, no podía dejar de notar sus miradas por la espalda todo el rato.
Era un grupo muy diferente
