La decisión
Al llegar la noche y los rincones de la vivienda se cubrieron de sombras, Emma se topó con la puerta escondida. La tensión de su elección la ejercía. Siempre había honrado los límites, pero los enigmas que escondía la puerta resultaban ser demasiado atractivos. Respirando profundamente, admitió que la urgencia de conocer sobrepasaba su conflicto moral. Era necesario abrir la puerta.

La Decisión
Descenso a las tinieblas
La puerta se abrió con un silbatazo y mostró una escalera escasamente iluminada que descendía hasta el núcleo de la vivienda. Cada acción que realizaba era una combinación de temor y resolución. El único eco era el de su respiración y el tenue sonido de sus pasos; la caída parecía interminable. Conforme progresaba, el aire se tornaba más frío y un profundo silencio la cubría.

Descenso A Las Tinieblas